He tratado en muchas ocasiones de encontrar una voz interior que me diga qué debo hacer, cual es mi vocación o qué es lo que realmente siento o pienso por algo o alguien. En cambio pocas veces he prestado atención a otras voces interiores, menos alegres, que le persiguen a uno, aunque si no se repara en ello casí no se identifican como voces y se confunden con nuestra propia personalidad. Pero no lo son. Son parte de nostros y a la vez otra cosa distinta a nosotros, como la sombra a una figura. Estas voces logran desanimarnos cuando queremos hacer algo, boicotean nuestras mejores intenciones y pervierten aquello que estimamos.
De un tiempo a esta parte he reconocido alguna de estas voces, negativas y cínicas, y me avergonzaba de ellas como un niño de sus miedos inconfesables. Pero sinceramente, creo que es bueno airear estas cosas, compartirlas. Además he de predicar con el ejemplo y a mi me encantaría conocer que tipo de temores acechan a otras personas, si alguien se anima a escribir.
Mis "malas voces" me dicen a veces:
1. Lo que no se menciona no existe; por tanto reprime hablar de lo qué te duele.
2. El mundo destroza a los idealistas; por tanto no te entusiasmes demasiado.
3. Si ganas seguridad te convertirás en un chulo; por tanto se complaciente con tus inseguridades.
4. No hay amigos verdaderos a partir de ciertas edades; por tanto acepta tu soledad.
Estas son las que he descubierto boicoteándome a mí mismo cuando intento mejorar. ¿Me hará ser consciente de ellas restarles fuerza? Confío en que sí.
De un tiempo a esta parte he reconocido alguna de estas voces, negativas y cínicas, y me avergonzaba de ellas como un niño de sus miedos inconfesables. Pero sinceramente, creo que es bueno airear estas cosas, compartirlas. Además he de predicar con el ejemplo y a mi me encantaría conocer que tipo de temores acechan a otras personas, si alguien se anima a escribir.
Mis "malas voces" me dicen a veces:
1. Lo que no se menciona no existe; por tanto reprime hablar de lo qué te duele.
2. El mundo destroza a los idealistas; por tanto no te entusiasmes demasiado.
3. Si ganas seguridad te convertirás en un chulo; por tanto se complaciente con tus inseguridades.
4. No hay amigos verdaderos a partir de ciertas edades; por tanto acepta tu soledad.
Estas son las que he descubierto boicoteándome a mí mismo cuando intento mejorar. ¿Me hará ser consciente de ellas restarles fuerza? Confío en que sí.
Comments
Bravo por tí, que conoces y reconoces cosas tan importantes.
Mis comentarios sobre tus malas voces serían:
1. Esconder la cabeza como los avestruces o mirar para otro lado no soluciona nada. Sólo te aísla y hace crecer los problemas. Mi experiencia personal es que hablar un problema, una preocupación o un miedo mueve cosas y promueve soluciones. Eso sí, hay que ser consciente de no caer en el vicio del auto-regocijo en la miseria.
Por otro lado, en algún sitio escuché que los proyectos y los planes que uno desea llevar a cabo, poseen una cantidad de energía limitada y que si uno se dedicaba a hablar sobre ellos en vez de hacer cosas para conseguirlos, esta energía se malgastaba en las palabras e impedía que esas cosas fuesen logradas. A lo mejor se puede aplicar también para las cosas que uno no quiere que ocurran :)
2. Creo que hay que ser idealista de corazón y realista de mente. Es decir, perseguir los sueños sin olvidar que vivimos en el mundo real. Tan importante es no perder de vista a uno como a otro.
El entusiasmo, no sólo creo que tenga que ver con los ideales. Al entusiasmo no lo apaga la realidad, lo apagamos nosotros con nuestro desánimo, rutina, impaciencia, pereza... Para mí es una de las cosas más valiosas de la vida y una de las fuentes o formas de felicidad más claras que he encontrado.
3. Sé benévolo en la aceptación de tus inseguridades y sé férreo en tu lucha para superarlas.
Creo que la verdadera seguridad en uno mismo evita la chulería, la prepotencia y las demostraciones de superioridad, los que no hemos llegado a conseguirla somos los que más necesitamos demostrar a los demás las cosas, los que demandamos el aplauso de los otros y los que pensamos que la mejor defensa es un buen ataque.
4. Creo que los amigos verdaderos no se consiguen hasta ciertas edades, lo anterior raras veces puede considerarse como tal. Es cierto que a ciertas edades no encontrarás tantos colegas de copas, de ligue o de viajes, pero no creo que en eso se base la verdadera amistad.
Por otro lado, también considero que siempre tenemos que saber aceptar la soledad. Habitualmente la persona con la que todo el mundo se siente más incómodo a solas es con uno mismo y eso es porque no nos conocemos, respetamos, aceptamos y amamos lo suficiente a nosotros mismos, cuando en mi opinión, es el primer punto por el que debería empezar todo.
Para mí Miguel, tú hoy has dado un gran paso en ese sentido.
Un abrazo. DS