La situación económica española exige dos cosas aparentemente contradictorias: estabilidad y reformas. Nuestro elevado ratio de endeudamiento, público y privado, requiere, si se quiere, cambiar lo que haga falta para asegurar su sostenibilidad. Por eso hay que esperar nuevos ajustes. No obstante esta no ha sido la actitud más reciente del gobierno en España, donde crece la frustración al haberse hecho importantes reformas y no verse ningún avance en los ratios de déficit y aun empeorando el nivel de deuda como porcentaje del PIB. Ha resultado una apuesta arriesgada que el gobierno insista en que ya se ha hecho todo cuanto se podía hacer y que sólo queda esperar un movimiento de ficha en Europa. Esta postura ha intensificado el temor en el mercado de que España este jugando con el riesgo moral de saberse demasiado grande para caer e intensificado una venta del riesgo España. Los rescates de Grecia, Irlanda o Portugal han supuesto un equivalente al 40% de su PIB. Según esa medida ha
¿Cómo funciona el mundo? ¿Qué debo hacer yo? Caminos de ida y vuelta.