de Ramón Launa Rencillas de patio de colegio catalán Leo en un periódico que en un ayuntamiento leridano se decidió suspender la presentación de un libro por no estar escrito en catalán. El libro en cuestión –una obra sobre el centenario del canal entre Aragón y Cataluña- estaba escrito en español y en aragonés antiguo. “No acepto que nos discriminen por pensar que soy aragonés y hablo aragonés”, comento insatisfecho el coordinador de la obra. Pero igual no hay que rasgarse las vestiduras. A fin de cuentas, un alcalde de Lérida puede aludir que el libro por estar escrito en aragonés no es comprensible en tierras leridanas siendo allí lenguas oficiales el español y el catalán. Pero resulta que el libro también esta escrito en español. Resulta evidente que el Sr. Alcalde no puede utilizar la argumentación aludida a no ser que reniegue del bilingüismo constitucional (catalán/español). Como el autor del libro únicamente se refiere al efecto de una lengua (el catalán) discriminando a otra l
¿Cómo funciona el mundo? ¿Qué debo hacer yo? Caminos de ida y vuelta.