La crisis financiera, que tiene como hito histórico la quiebra del cuarto mayor banco de inversión de los EE.UU., Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008, puso de relieve la necesidad de realizar una profunda reforma del sistema financiero internacional. Esta reforma debía abordar tres grandes temas: la regulación, la supervisión y la gestión de crisis de los mercados financieros. El protagonismo inicial del G-20 hizo pensar que una reforma global común era posible. En lugar de eso cada Estado o bloque económico está avanzando según su propio criterio. En septiembre de 2010 hemos conseguido muchos avances legislativos en materia financiera: el acuerdo de Basilea III para mejorar la calidad y cantidad de capital de las entidades financieras con un calendario para su paulatina implantación, así como propuestas para aumentar la transparencia y estabilidad en el mercado de derivados dentro de la UE. Más adelante se pondrán límites fijos al apalancamiento de los bancos y de liquidez, q